.LA HISTORIA DE MI FORD MUSTANG 200 CON RUEDAS WINTER G/T.


LA HISTORIA DE MI FORD MUSTANG 200 CON RUEDAS WINTER G/T EN EL MOTEL DE CARRETERAS BLUE SWALLOW




El vaho empañaba los cristales y el habitáculo de mi Ford Mustang 200. No veía. Sino hubiese sido porque es imposible habría creído que mi copiloto era una nube que había entrado en el coche para resguardarse. Hacía un frío de perros. No podía parar de darle vueltas al cabron del vendedor del concesionario "la calefacción funciona cogegtamente". Aún no se porque me fié de aquel tipo de calcetines a rombos subidos hasta las pantorrillas e incapaz de pronunciar la "r". ERRE.

El Ford Mustang 200 de mis sueños no estaba siendo como esperaba me había salido por una ganga pero me iba a costar la vida, era un congelador. Aquel lugar de mil demonios había mandado al sol al corredor de la muerte, Nebraska. ¿Renos, montañas y gente agradable?…Carreteras, nieve y gente con esos horribles gorros con tela ovejera para las orejas que ni se molestaban en dejar de mirarte. Uno ya sabe que es forastero, pero a ellos parecía que les agradaba recordártelo todo el tiempo. La escarcha se acurrucaba en los cristales creando cada vez menos visibilidad en el parabrisas (de todos modos tampoco había mucho que ver, todo estaba negro) pero fui incapaz de bajarme y limpiarlo con un trapo, sabía que si lo hacía sería mi último acto, prefería acercarme a él hasta tener la nariz pegada y no es solo una expresión sino que eso fue lo que pasó. Que fuesen las 11 de la noche tampoco ayudaba mucho y el lugar, ojala les pudiese decir donde estaba…era un lugar de mil demonios con un frío de perros y sin uno de esos gorros que tanto parecían calentar y a los que tanto odiaba. Saqué un Mars del bolsillo de mi cortavientos, el viejo Greenike, como solo a mi me gustaba llamarlo. Y mis dientes se aliaron con mi boca en un intento sin manos (porque seguía conduciendo) para poder abrirlo. Fue inútil. Cayó detrás del asiento.

Una luz violeta se introdujo directamente en mi retina. MOTEL. Por lo menos allí podría encontrar algo de zurrapa de café con agua caliente en un vaso de plástico y con suerte poder alquilar una habitación para pasar la noche, al menos hasta que hubiese suficiente luz como para ver donde estaba la carretera. Indiqué mi maniobra con el intermitente de la derecha y me introduje como pude entre la fina capa de nieve que mis neumáticos Winter G/T iban apartando a cada lado. Aparqué el coche y me preparé para salir, cogí mis documentos de identidad y las llaves del coche.

No parecía haber nadie. Algunas luces estaban encendidas pero nadie contestaba a mis llamadas. La oficina estaba cerrada. Me asomé a una de las habitaciones de la que venía luz y un halo de calor, quite la escarcha de la ventana y mire entre las cortinas. La tele estaba encendida, la ruleta de la fortuna. Nadie contestaba.

Me acerque nuevamente al coche. Me froté las manos y me eché el aliento caliente para conseguri por fin meter las llaves en el coche, al menos podrían intentar descansar o dormir hasta las cinco que los primeros rayos iluminasen algo. Entre y cerré. No sabía si hacía mas frío dentro o fuera del coche. Encendí la radio. Me gustaba tener siempre un sonido de fondo para no escuchar la soledad de un lugar desconocido. Me tapé con el cubre sillones de la parte trasera. ¡Dios como me sonaba el estómago¡. Me agache para recoger la chocolatina de detras del asiento. Estaba helada, la lamí como un polo en verano.

No se cuanto tiempo estuve durmiendo. El reflejo turquesa de las gafas de sol que tenía en la guantera me despertó. Algo lo reflejaba, pensé que era los luminosos del Motel, Blue Swallow pero venían del lado contrario.

No se creerán nada de los que les voy a contar a continuación, entre otras cosas porque el ponerse unas gafas de sol, de noche y en pleno invierno para evitar el fulminante rayo turquesa que provenía de un…una cosa que volaba…no suena muy coherente.

Cuando por fin la natural oscuridad volvió me metí en el coche, corriendo, buscando, lo único que podía explicar todo lo sucedido y…¡exacto¡ en el papel de la chocolatina ponía 22/03/2000 y estábamos a 23/03/2000. Ya me lo dijo mi madre, no comas cosas caducadas que te sentaran mal…

El primer rayo de luz se reflejo en la nieve, ya podía seguir mi viaje en el coche de mis sueños, un flamante Ford Mustang 200 sin calefacción.


Z.C.M

A TI PORQUE TE QUIERO

Comentarios

Alicia Dobleo ha dicho que…
Tienes una pedazo de imaginación, me encanta leer tu blogg^^!!!