.WELCOME CONSUMERISM.



WELCOME CONSUMERISM





(¡¡Pídetela por Reyes: Brilla en la oscuridad!!)

LA CHICA DEL SUPERMERCADO
- Eres tú, la que con un beso de sus labios hace milagros.
- No, los milagros se lo dejo a Dios, yo solo beso.







Trabaja en un supermercado. Un supermercado con un hilo musical de gentío, que sintoniza en una perfecta simbiosis con la letra de los villancicos que suenan de fondo para amenizar las compras y aumentar el consumismo en el inconsciente.

Es la mejor manera para empezar a escribir un relato. Forma limpia, directa, con gancho y que habla de la persona apenas sin decir nada, me ahorra mucho trabajo. Ciertamente me fije en ella el martes pasado. La directora de la revista para la que trabajo me dio un ultimátum, quería el relato para finales de este mes, así que por eso la elegí a ella. Creía que podía haber caído del cielo, como un milagro y por eso y por que fue la única capaz de sonreír después de una jornada de dieciseis horas de un sueldo mal pagado. No creo que lea mucho y menos la mierda de revista para la que trabajo, así pues no se quejara, ni encontrará semejanzas entre ella y el personaje. Su vida seguramente como la de casi todos carecerá de interés para los demás, quitando tal vez, a las hermanas que tenga y a los padres y quizás al novio. Es un personaje bastante común y vulgar pero de fácil decoración. Eso es lo que suele gustar a la gente que carece de un criterio literario, la decoración de problemas cotidianos con sexo, violencia y drogas, temática idónea de best seller. Yo sinceramente soy un escritor mediocre, no creo en Dios, así que aquella chica bajó del útero de su madre, no del cielo para hacerme millonario. Mi sueldo no es que este muy mal, tampoco como mucho, latas de atún es lo que tengo en la despensa. Odio a los gatos (esto es solamente un inciso para las mentes disipadas que asemejen la vida solitaria de un hombre ya cincuentón , latas de atunes y un cuarto desordenado con gran diversidad de gatos a su alrededor, no me gustan la vida de zoológico pero si los sandiwches de atún). Así que con este trabajo puedo subsistir, además el papel higiénico ha bajado un 40% y lo ahorro en servilletas de papel. En conclusión, soy un escritor mediocre y como realmente no voy a innovar en la palabra escrita con alguna ingeniosa historia escribiré un par de estupideces que rellenen el papel, algo así como estoy haciendo ahora.
De fondo sigue el hilo musical de los villancicos, sino oigo mal, ahora suena "a Belén pastores"...
Parecía que todo lo que se ponía le sentaba bien, aunque yo solo la vi con el uniforme. Esperaba que en la cola para pagar la crema de afeitar que había adquirido tuviese tiempo para escanearla literalmente. Todo el mundo creé ser diferente y guardar secretos que nadie sabe ni sabrán. Ella es de esas. Piensa que en sus entrañas hay secretos que no desvelará porque nadie se preocupará por descifrarlos, la gente está ocupada haciendo cola en los supermercados . Creé que es insulsa, es decir que carece de sal. Piensa que sus ojos ocultan cosas, por eso algunos se cuidan de no mirar y esquiva las preciosas castañas que tiene, timidez. No se siente bonita porque no se puede comparar con princesas de cuento, seguramente lo hace para sentirse triste. Bah¡ tonterías de no saber que hacer a estas horas, fobia a los folios en blanco. Me quiero marchar y darme una ducha fría. Es una chica normal y corriente que sonríe en la caja de un supermercado.
La señora gorda que me precede no deja de levantar los brazos para ponerse bien los cabellos que se le escapan de la cola de caballo, dejándome un lugar vip para ver el surco de sudor tamaño piscina familiar que le marca la unión superior del tronco con el brazo, sudados sobacos. Perdí la inspiración con esa imagen, seguramente igual que la chica de la caja el primer beso que dio, un beso sin amor de esos para probar, para jugar. No esta casada, no lleva anillo, es fría y distante con los hombres, con las mujeres es educada. Pasa los artículos de compra por el escáner con suavidad y sensualidad. Pasión es lo que le queda, como una niña con un lacito rosa en la cabeza armada con una pistola, es algo que no sabe usar pero que tiene.
El hilo musical de los villancicos de navidad siguen sonando.
-Buenas tardes- Sonríe con la mirada baja.- son 3 euros.- Valgo lo mismo que puede valer cualquiera que no tenga precio para los demás, eso cuando no me pongo de oferta para llamar la atención. Piensa en el que dirán aletargada por el sentimiento de que la juzgan sin conocerla. Me suena mucho más de lo que ella se imagina. Yo lo estoy haciendo ahora mismo.
Sentada espera que la vida le rescate de su actual vida y que la haga despertar, pues ahora cree que duerme. Necia. Lo único que espera es la perdida de edad y cuando se quiera dar cuenta de la vida. Llorará, que seguro que es lo que mejor sabe hacer. Se esconderá para que nadie la pueda seguir juzgando y así no se vera en el compromiso de aceptarse tal y cual, de ver todo lo bueno y lo malo que tiene y que es capaz.
-Gracias caballero- me dijo. Le sonreí, me acerque a su rostro con la precaución necesaria para que no se sintiese violenta, ni me tomase por un vejestorio pervertido y le susurre, vamos alineé mi tono de voz con sus oídos, pues solo era para ella y no para la gorda cotilla que se acercaba a nosotros con la excusa de poner sus alimentos en la cinta.
-Yo me he percatado de tu presencia, solo falta que lo hagas tu.- Increíble las cosas que te pueden pasar en un día.
Un chiflado, si eso es lo que soy. Un chiflado creyendo cambiar con una frase con falta de ingenio una supuesta vida ajena, boceteada en su mente, mientras sujeta una crema de afeitar en oferta.
Las puertas de cristal del supermercado se cerraron herméticamente.
Los villancicos dejaron de sonar.

FIN

Quería disfrutar del último bocado del sándwich de atún de aquella cena de viernes, cuando la llamada telefónica como guardia que dirige el trafico le ordenó que fueran por la vía de los pulmones. Hubiese sido un gran final, un buen final. Una ocurrente esquela donde no tendrían que trabajar mucho, ni ser muy ingenioso para saber que poner en ella. “Escritor mediocre muere atragantado con un sándwich de atún, no, no tiene gatos”. Pero siento decepcionarles, el trozo volvió a su lugar ayudado por la enfermera tos. Era mi jefa, me comunicaba que no publicaría la insulsa historia de una chica que trabaja en un supermercado
-No se publicará, a nadie le interesa una chica que trabaja en un supermercado al menos que sea una prostituta de alto estandin o una traficante de órganos que lucha por tener una vida normal, quiero algo que la gente lea aún con tus limitadas posibilidades.
Acepte y me despedí. Sí, me despedí de no volver alimentarme, de todos modos los sándwich de atún ya nunca me sabrían igual. Cogí mi ordenador y comencé a escribir, sí, una historia de esas de sexo, violencia y drogas que a la gente tanto le suele gustar, ¿qué esperaban?, solo soy un escritor mediocre.


¡FELIZ NAVIDAD Y ESAS COSAS¡

Gracias a la guapísima modelo, Elía.

Porque vivimos en nuestra propia burbuja y hay veces que necesitamos de los que nos ven desde fuera para salir de ella
y porque aunque sea pleno verano en nuestra burbuja podemos hacer que sea invierno.

Z.C.M





Comentarios

nadie ha dicho que…
Felices fiestas a ti tambien. :D
Zaida CM ha dicho que…
:) te viiiii¡¡¡ a ti y a tu familia en cochee el viernes pasado, me puse a gritar en el coche a mis hermanas que eras Arturo jajaja¡¡ nose donde ibas pero espero que lo pasaseis mu bien¡¡ besitos¡¡¡¡