-Verde que te quiero verde.
Hoy corre como una loca un frío helado. Una mala noticia. Nos obligan a dejar nuestra escuela. Obligan a nuestras mentes a quedarse sin un lugar donde habitar, sin un lugar donde alimentarse, sin un lugar donde crecer. Un mal rumor verificado. ¿La sienten colorear sus mejillas y erizar su piel sin permiso, sin educación?. Como una loca. Quiere manejar unas vidas ajenas sin preocuparse por las consecuencias de su impronta. Podemos toser, podemos tener fiebre, podemos destemplarnos…pero no importa, solo somos principiantes, somos la “a” de artístas, por no ser la “s” y quedarnos en ella. Todavía no se sentirán orgullosos por poner nuestro nombre en una calle. Ni un ápice. No reporta. No aporta-mos. Y sigue corriendo, como una loca, para hacernos estornudar. Alguien se ha dejado una ventana abierta que hace que la brisa nos abofeteé. Alguien se ha dejado una ventana abierta y no nos dejan cerrarla, ¿Qué pasará si mañana llueve?...
Quería regalaros una imagen clara de una tristeza y una impotencia que tiene la cocina en mi estómago y la sala de estar en mi mente y a la que todos hemos invitado a pasar. Pero hoy seré incapaz de hacerlo porque mi creatividad perece-carece lenta y armoniosa. Las malas noticias nunca le sentaron demasiado bien, son las primeras letras que cavarán su tumba al no uso. Quise taparle los oídos para que no escuchase. Quise. Se estremeció cuando escucho que le cortarían las manos, que le arrancarían las piernas. Que se beberían la tinta del boli con la que plasma lo invisible y que se secarían las manos en el papel de cuadros. Lloró cuando se enteró que el sinsentido le privará de los materiales necesarios para aprender a volar, para aprender a crear. Pero el poder usa el derecho para comer a deshora. Para practicar el canibalismo, puesto que ellos solo tendrán que preocuparse por la digestión y lo peor de ella es tardar más en el excusado. Que se te atraviese una viga entre el pecho y la espalda para después tirar a un océano común tras la algarabía de una banda descompasada.
-Verde que te quiero verde.
Esperé no necesitar explicar mis palabras, porque entendí que todos las comprenderían pero no fue así porque no había.. y al decidir enseñarlas me quedé sin pizarra. Sin tizas. Me quedé sin sillas, sin mesas. Sin ventanas. Sin aula. Sin alumnos. Sin compañeros. Sin amigos. Y entonces comprendí que necesitaba escuchar palabras que me supiesen contestar, enseñar… Pero me quede sin. Sin profesores. Sin.
A partir de entonces. En un aula de madera aprenden a vivir los bomberos . En un aula de trasparentes cristales aprenden a hablar los políticos. En un aula sin luz aprenden hacer fotografías los fotógrafos….
Y quien podrá explicar a mi creatividad para que ella pueda entenderlo desde una lógica y no desde un interés que se va quedar sin manos para modelar y sin boca para cantar, que a cambio le ofrecen unas manos artificiales de granito sin movilidad y un agujero en el rostro sin lengua, en un lugar tan lejano, tan lejos está que en vez de “ir”, será un viaje, una aventura.
Caballeros solo les pedimos unas manos de carne por otras del mismo material para crear, una boca con dientes y lenguado escenario por otra similar para poder expresar. Caballeros solo les pedimos no nos dejen sin pizarra, sin tiza, sin mesas, sin sillas, sin nuestras aulas para aprender. Solo les pedimos – Gracias. Para contestar – De nada. No entristezcan nuestras mentes pues ellas solo quieren crear y no entienden y no les sabemos explicar porque los hombres con traje negro solo saben gritar el fragmento de un poema de un gran poeta…
-Verde que te quiero verde.
Z.C.M
Comentarios
la educación es una fábrica de mano de obra barata. pensar nunca fue necesario para crear beneficios.