.AUTOCENSURA.



.AUTOCENSURA.




...Esta noche he estado conversando en sueños con Álmodovar, le interpreté esta escena, según recuerdo la escribo:

Despiertan tus párpados de cartón, tu corazón late raja al son de una saeta mustia. En la mesa te espera el desayuno. Frío que te pío en la ventana de cortinas de ajedrez. En una taza de porcelana china, del color del cielo desgastado por el roce de las nubes, la cabeza de una vaca que encaja abrupta. Te mira con ojos tiernos y pestañas largas esperando que la bebas sorbo a sorbo .Sus hocicos rosados aún tienen trozos de césped de su pastar y tierra. Muuu a Muuu.

Te desvistes del desnudo porque se te hace tarde . Escoges tu vestido de luna ese que tanto adoran, ese que tanto tiene. Un traje de vísceras de colores con falda de vuelo. Un corazón de flor adorna tu pelo y tu relinda te remiras en el espejo. Pero no estas contenta, angustías hija eres; hasta que giras y giras con tu vestido de vísceras.La falda de entrañas vuela sobre los muslos de tus piernas. Y tu risa se hace enorme a cada vuelta al mismo tiempo en el que tu equilibrio se ebria. Giras y giras hasta que la vida es hilos de colores. En tu frenada has decorado las paredes, has destrozado el vestido que se aplasta a tu alrededor. Has salpicado la estancia ,la vida de visceras, órganos y entrañas.

Un rojo, rojo clavel. Tan alto levantó la falda en el vuelo del tiovivo que la cara de tu padre tiene el intestino que hacía de cinturón pegado a las barbas. Él, tan serio, tan hombre, tan lleno de rencor en ese sillón de olor a viejo y estampados florales de croché. Sigue quieto y sentado con un intestino en el rostro. No quieres ir a casarte pues las mozas libres son palomas, las casadas lloran de amores malos. Los jugos de las entrañas recorren aún revoltosos tus piernas dulces y reposan en la quietud entre los dedos de tus pies que crean charcos. Sin porque ni sin motivo te desplomas al suelo, estas cansada de no saber vivir tu vida por miedo a morir.

-No quiero enamorarme madre, que duele. No quiero vivir madre, que muero. – dices mientras chapoteas los dedos entre las cuerdas de tu pelo.

Sino esperas nada de esto, encontrarás todo.

Olé, muevo los flecos de mis pestañas cada vez que parpadeo. Despiertan tus párpados de cartón, tu corazón late raja al son.


Z.C.M



Comentarios

Alicia Dobleo ha dicho que…
Qué guapa eres!! :)
Anónimo ha dicho que…
yo tambien tengo conversaciones en sueños con almodovar, o cuando sueño despierta, pero eso seran mis anhelos de actriz jzjaja. en cualquier caso, el estaria encantado de retratar a ese padre con el intestino resbalandole por la barba...al menos, si yo fuese directora de cine, estaria encantada de hacerlo.
seria, lo menos, interesante.