.LAS HORAS MUERTAS.
(retrato encontrado entre los fragmentos de un barco encallado)
LAS HORAS MUERTAS
(o la descripción del acto de llorar)
-Sshh- Silencio.
Mudan su voz los pájaros por el sonido que escuchan los sordos, mientras, eclosionan inertes recuerdos en unos ojos que reflejan el cielo. Como cada tarde en el acantilado se asentaban las horas muertas y con ellas él.
-Ni nadie quiere a todos, ni todos odian a nadie- comento en voz baja el silencio incómodo en el espacio cerrado sin ventanas de una naturaleza inocente y virgen que viola con su viento las mentes.
-Sshh- Silencio.
Contestó con su mirada de agua marina. Olía a sal, tierra y espuma de mar. Los años le habían premiado con cabellos de plata, oro y bronce, tantos premios como cicatrices en una piel de tierra que el sol seca día a día. Marinero que agua de mar recorre sus venas en vez de sangre.
-Todo lo que roza como segundo constante crea grietas en presas de agua tensa por el lagrimal, luego todo son caricias que humedecen poros, carne y mejillas; más tarde el vértigo de la caída desde la barbilla para ,como cual cristal en trizas, observar su entierro en el suelo y finalizar- pero él ya sabía todo aquello que le contaban, incluso había pausado la melodiosa voz en off de las horas. -Pero algunos fragmentos -les contestó él- en su caída desde la barbilla no yacen en el suelo, algunos fragmentos se quedan entre los senos, entorpeciendo el paso natural del bombeo. Las entrañas suelen ser tan frágiles.- Las horas muertas habían terminado de hablar.
Z.C.M
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